Si una cosa he aprendido en todo el tiempo que llevo emprendiendo es que sola no se llega muy lejos.
Ser emprendedora, y más si además lo haces trabajando desde casa, es muy solitario y desgastante, porque tienes mil dudas, mil preguntas y no sabes muy bien a dónde acudir.
Si me sigues desde hace tiempo sabrás que incluso antes de hacerme emprendedora ya me inscribí en una comunidad de emprendedoras y todo un mundo se abrió ante mi, pero hoy no vengo a hablarte de comunidades de emprendedoras, hoy vengo hablarte de las asociaciones.
Según el portal de Entidades Jurídicas de Castilla-La Mancha, “una asociación es una persona jurídica que se constituye mediante acuerdo de tres o más personas físicas o jurídicas legalmente constituidas, que se comprometen a poner en común conocimientos, medios y actividades para conseguir unas finalidades lícitas, comunes, de interés general o particular, que se dotan de los estatutos que rigen su funcionamiento.”
Más allá de la definición más académica, se trata de un grupo de personas a las que les mueve un objetivo común y que unen sus ganas, conocimientos y esfuerzos para conseguirlo.
Por eso me parece tan importante pertenecer a una de ellas, porque si quieres que algo cambie, que algo se mueva y conseguir tu objetivo, tu mayor aliado es una asociación.
De hecho yo pertenezco a dos.
Porque no son excluyentes y con cada una de ellas me siento identificada con sus valores y sus objetivos.
La primera a la que me uní se llama ASELE (Asociación de mujeres empresarias y directivas de León), porque es una asociación que ayuda e impulsa a mujeres con cargos directivos, empresarias y emprendedoras de León.
Aquí he encontrado un lugar dónde conocer a otras mujeres cercanas a mí y que entienden la dificultad de emprender en un entorno poco favorecido como son las ciudades más pequeñas (en mi caso un pueblo muy pequeño).
Cada tercer jueves de mes nos reunimos presencialmente en un desayuno networking donde hacemos alguna dinámica impulsada y promovida por alguna de las asociadas, además también estamos organizadas en comisiones de trabajo para promover formaciones, mejoras institucionales, crear eventos que nos den visibilidad para poder luchas por la igualdad profesional, salarial y corresponsabilidad familiar.
Para mi es una manera de tener contacto con el mundo real y no a través de una pantalla como siempre.
Y la segunda asociación a la que pertenezco, y de la que además tengo el placer de ser subdelegada de León, es AEMME (Asociación Española Multisectorial de Microempresas).
Esta asociación instaurada a nivel nacional proporciona una red de contactos (a nivel nacional, te recuerdo), formaciones, visibilidad, eventos, networking, sello de calidad, etc. increíble.
Tiene más de 1.000 asociados de todos los sectores que existen y, aún siendo un número tan numeroso de socios, la cercanía, la preocupación por sus miembros y el cuidado en cada detalle, son su día a día.
A mí me han entrevistado para su programa de radio en Intereconomía, he participado en el Evento del Kit Digital como ponente y he impartido una masterclass en directo y en streaming por su canal de Youtube sobre herramientas digitales.
Todos los jueves por la tarde, además, nos reunimos de manera online en un café virtual para hacer networking y conocernos entre todos.
También hacen muchos eventos presenciales, la mayoría en Madrid, pero también desde la delegación de Castilla y León, nos reunimos mensualmente para promover eventos presenciales en nuestra comunidad, al igual que hacen el resto de delegaciones autonómicas.
Me siento muy orgullosa de pertenecer a esta asociación.
Como ves, hay muchos tipos distintos de asociaciones que nos proporcionan distintas ventajas, por lo que solamente tienes que buscar en la que tú te sientas más cómoda y apoyada, para que puedas impulsar tu negocio y llegar a lugares dónde no te hubieras imaginado nunca que llegarías.
Y tú, ¿Perteneces a alguna asociación? Si es así cuéntamelo en comentarios y le echaré un ojo.