¿Sientes que eres cara?¿Que eres barata?¿Te sientes mal cada vez que tienes que vender algo?¿No has nacido para vender?
Estos pensamientos son los más típicos que oigo a mis clientas muchas veces cuando les digo que tienen que cobrar más por sus productos o servicios o simplemente cuando tenemos un lanzamiento y toca vender.
Y al final todo se reduce a un problema de creencias limitantes, síndrome del impostor y mentalidad de ONG.
Parece que está mal visto ganar dinero, ¿Verdad que muchas veces te preguntas cómo puede ser que tal o cual ganen tanta pasta si no hacen nada? Pues porque ellos o ellas se creen merecedores de ese dinero y no se sienten mal por cobrarlo.
En cambio tú estás pensando que cada vez que sales a vender, estás molestando. Como el tipo aquel que venía a tu casa a venderte una enciclopedia (si, ya tengo unos añitos..) o en la versión moderna sería los de la compañía de teléfono, luz, gas o internet, que te llaman para venderte algo.
Pero no es así.
Te cuento cómo funciona el mercado:
- Cliente ideal tiene una necesidad
- Vendedor o prestador de servicio se da cuenta de esa necesidad
- Y crea un producto o servicio que cubre esa necesidad
- Vendedor o prestador de servicio lo anuncia a bombo y platillo para que el cliente ideal o sus similares se enteren
- Cliente ideal se da cuenta de que vendedor o prestador de servicio tiene algo que le cubre su necesidad
- Cliente ideal compra.
Y esto es así, no hay más.
Otra cosa es que tú crees un producto o servicio que no cubre ninguna necesidad o no lo hace en la manera que tu cliente ideal quiere o necesita y se lo intentes vender sí o sí, eso no está bien.
Pero si has hecho bien el trabajo de investigación y has creado y testeado un producto o servicio mínimo viable, entonces estás en el recorrido correcto de la venta.
Y es como tiene que ser.
Si tú no anuncias que vendes ese producto o prestas ese servicio, por iluminación divina, tu cliente ideal no se va a enterar, te lo digo yo.
Y además vendrá otro que sí que lo hará y el cliente ideal le comprará a él en vez de a ti.
Así que no lo veas como vender, si no quieres, llámalo ayudar, enseñar, mostrar, dar a conocer, etc.
Porque también te digo que si vas a vender con miedo o inseguridad, tu cliente ideal es como un perrito, que lo huele y huye.
¿O es que tú sueles comprar a gente que parece que duda de su producto o servicio?
Yo suelo comprar a personas que me transmiten seguridad, confianza y a los que veo que les entusiasma lo que ofrecen porque creen firmemente que su producto o servicio es el mejor.
Y si quieres también hablamos de la competencia.
Es innegable que la competencia está ahí, pero no la culpes de todos tus males o de tus pocas ventas, sino fíjate en cómo lo hacen y aprende, porque seguro que obtienes una información muy valiosa.
Si quieres que te compren a ti tienes que mostrar esa confianza y seguridad y diferenciarte de tu competencia, y eso lo puedes hacer con una mejor atención al cliente, con productos o servicios personalizados, con algún bonus..siempre habrá algo que te pueda hacer diferente al resto, solo tienes que pensar fuera de la caja.
Espero que ahora entiendas por qué la mentalidad es tan importante en las ventas, no minusvalores tu producto o servicio pensando que vendes caro, si tú le das menos valor del que tiene, imagínate lo que le transmites a tu cliente…
Así que cambia el chip y empieza a creértelo, la llave del cambio está en tu cabeza.