Qué es la metodología Lean Startup y cómo puedes aplicarla a tu negocio

Hoy vamos a hablar de una herramienta súper útil para todas nosotras que estamos en el mundo de los negocios digitales: la metodología Lean Startup. Si sientes que tu negocio digital está estancado o si estás a punto de lanzarte a esta aventura, este artículo es para ti.

¿Qué es la metodología Lean Startup?

Primero, vamos a desglosar este término que puede sonar un poco intimidante. Lean Startup es como ese kit de supervivencia para negocios digitales que te ayuda a lanzar y hacer crecer tu proyecto de la manera más eficiente y económica posible. ¿Te suena bien, verdad? Pues sigue leyendo, que esto se pone mejor.

Esta metodología fue popularizada por Eric Ries en su libro «The Lean Startup». Básicamente, el objetivo es crear un negocio minimizando riesgos y desperdicios. Imagina que quieres montar una pastelería. En lugar de hacer una gran inversión para comprar todos los ingredientes, maquinaria y contratar un local en la mejor esquina, empiezas horneando en casa y vendiendo tus pasteles a tus amigos y vecinos. Vas ajustando las recetas según lo que ellos te digan y, poco a poco, descubres qué es lo que más les gusta. Con ese conocimiento, te lanzas a lo grande.

Pues la metodología Lean Startup hace algo similar, pero en lugar de pasteles, lo aplicas a tu negocio digital. ¿A que ya no suena tan complicado?

Los tres pilares del Lean Startup

Para entender cómo aplicar esta metodología a tu negocio, necesitas familiarizarte con sus tres pilares fundamentales:

  1. Construir (Build)
  2. Medir (Measure)
  3. Aprender (Learn)

Parece sencillo, ¿verdad? Vamos a desglosarlo un poco más.

1. Construir (Build)

Imagina que tienes una idea fantástica para una aplicación que, según tú, va a revolucionar el mercado. El primer paso en Lean Startup es construir lo que se conoce como un Producto Mínimo Viable (MVP).

El MVP es la versión más simple y funcional de tu producto, que incluye solo las características esenciales que crees que tus clientes necesitan. La idea aquí no es lanzarte a crear la aplicación más completa del mundo, sino algo que funcione lo suficiente para empezar a probarla.

Por ejemplo, si tu idea es una app de fitness para mujeres que no tienen tiempo, el MVP podría ser una versión básica que ofrezca una rutina de ejercicios simple y un calendario para programar entrenamientos. No hace falta que tengas recetas saludables, vídeos en HD, ni integración con todas las redes sociales del universo. ¡Eso vendrá después!

2. Medir (Measure)

Una vez que tienes tu MVP en marcha, es hora de medir su rendimiento. ¿Cómo? ¡Escuchando a tus usuarios! Aquí, la clave es recoger toda la información posible: ¿Les gusta la app? ¿Qué funcionalidades usan más? ¿Qué problemas han encontrado?

Puedes hacerlo con encuestas, analíticas de uso, comentarios directos, etc. Tienes que medir. La idea es recopilar datos reales que te ayuden a entender cómo están interactuando los usuarios con tu producto.

Por ejemplo, si lanzaste la app de fitness, podrías descubrir que muchas usuarias están pidiendo más rutinas cortas de 15 minutos porque, sorpresa, ¡no tienen tiempo para las de 30 minutos! O tal vez notas que nadie está usando el calendario porque prefieren sus propias agendas.

3. Aprender (Learn)

Con toda esa información que has recopilado, llega el momento de aprender y ajustar tu producto. Aquí es donde la magia del Lean Startup se manifiesta.

Aprendes qué funciona y qué no. Si las usuarias están pidiendo rutinas más cortas, pues ajustas tu app para ofrecer más opciones de 15 minutos. Si el calendario no es útil, quizás decides eliminarlo y centrarte en lo que realmente les importa a tus usuarias.

Este ciclo de construir, medir y aprender es continuo. A medida que sigas iterando, tu producto se irá ajustando cada vez más a lo que tus clientes realmente necesitan y valoran.

Aplicando Lean Startup a tu negocio digital

Ahora que ya entiendes la teoría, hablemos de cómo puedes aplicar esta metodología a tu negocio digital, ya sea que estés empezando o que sientas que estás un poco estancada.

1. Deja de buscar la perfección

Este es uno de los mayores retos, especialmente para nosotras, que a veces queremos que todo esté perfecto antes de lanzarnos. Con Lean Startup, debes aprender a abrazar la imperfección. Recuerda que tu MVP es solo un primer paso y que puedes (y debes) mejorar sobre la marcha.

Por ejemplo, si estás pensando en lanzar un curso online, no necesitas tener todo el contenido grabado y editado a la perfección. Podrías empezar con un módulo básico y lanzar una versión beta del curso para obtener retroalimentación. ¡Imagina cuánto tiempo y dinero te podrías ahorrar!

2. Escucha a tu audiencia

Esto es clave. A veces nos enamoramos tanto de nuestra idea que nos olvidamos de preguntar a nuestros clientes qué es lo que realmente quieren. Lean Startup te obliga a poner los pies en la tierra y a tomar decisiones basadas en datos reales.

Crea encuestas, utiliza herramientas de análisis y, lo más importante, habla directamente con tus usuarias. Pregúntales qué les gusta, qué les molesta y qué les gustaría ver en el futuro.

3. Sé ágil y flexible

El mundo digital cambia rapidísimo, y lo que hoy es tendencia mañana puede no serlo. Con Lean Startup, aprendes a ser ágil y a pivotar cuando sea necesario. ¿Tu idea inicial no está funcionando como esperabas? No pasa nada, ajusta el rumbo y sigue adelante.

Por ejemplo, tal vez lanzaste un blog de recetas veganas y te diste cuenta de que hay más interés en recetas rápidas que en recetas elaboradas. No te aferres a lo que habías planeado inicialmente; ajusta tu enfoque y ofrece lo que tu audiencia realmente quiere.

Conclusión

La metodología Lean Startup es como ese GPS que te ayuda a navegar en el ajetreado mundo de los negocios digitales. Te permite avanzar sin necesidad de invertir todos tus recursos de golpe, te enseña a escuchar y adaptarte a tus usuarias, y te da la flexibilidad de pivotar cuando sea necesario.

Así que, si sientes que tu negocio digital está estancado o si estás a punto de lanzar tu primera idea, no te agobies. Respira, aplica estos principios de Lean Startup, y verás cómo tu negocio empieza a moverse en la dirección correcta.

¡A construir, medir y aprender se ha dicho! 

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