Tanto en nuestra vida personal como en la laboral es muy importante tener el control de nuestras finanzas, y aunque cuando decidimos emprender es casi lo último que tenemos en cuenta, tienes que pensar que tener el control de tus finanzas desde el inicio te va a ahorrar muchos quebraderos de cabeza.
Por eso es muy importante seguir estos 7 consejos básicos para llevar el control de tus finanzas desde el momento cero, porque sí o sí vamos a tener que enfrentarnos a nuestros números, y no vale eso de esconder la cabeza y no ver si nuestro negocio es un desastre. Cuánto más planificados y claros tengamos nuestros números, antes le podremos poner remedio, así que coge papel y boli y apunta, que esto te interesa.
SEPARA TUS CUENTAS: Error básico de los emprendedores, no abrir una cuenta específica para el negocio. Y es súper necesario. Primero porque ahí verás tus cuentas claras, si hay o no dinero, si has cobrado, si no, si has pagado tus cuotas y tus impuestos, y además, muy importante, tienes que asignarte un sueldo, porque no trabajamos por amor al arte y debemos asignarnos un sueldo en cuanto nos sea posible, y la única manera de que lo consideremos como tal es teniendo nuestras cuentas separadas. Es más, si quieres que te paguen por Bizum necesitas tener una cuenta de empresa, si no es así no puedes aceptar esos pagos por Bizum, tienen que ser por transferencia o por cualquier pasarela de pago que existe.
GUARDA DINERO PARA LOS IMPUESTOS: Desde la primera factura que te paguen te recomiendo que guardes mínimo el 30% de ese importe en tu cuenta de empresa para los impuestos, el otro 70% lo puedes destinar a tu cuenta personal. En mi caso, yo dejo el 50% para poder ir creando un fondo para imprevistos o futuras inversiones, pero no es necesario. También es importante que cuando des tus precios los des en bruto, es decir, sin IVA ni Retenciones, así será más fácil para ti hacerte a la idea de que tu dinero es el bruto, lo demás no es tuyo, es del Estado y tarde o temprano tendrás que devolverlo. Y piensa que pagas trimestralmente, pero que anualmente también tienes la declaración de la renta y ahí también te tocará pagar, así que guarda ese dinero.
ANOTA LOS INGRESOS Y GASTOS: Entiendo que hacer este ejercicio cada día es difícil para la mayoría, pero si no lo hacéis diariamente, debéis hacerlo mínimo semanalmente. Podéis hacerlo de la manera que os resulte más fácil y sencillo y lo más importante, de la manera que si o si os obliguéis a hacerlo, de nada sirve montarte una súper hoja de Excel o comprarte el último programa de finanzas si luego no lo usas, así que mejor si lo haces en una libreta, pero por lo menos lo haces. Para los más tradicionales os recomiendo el Kakebo, un libro de cuentas para el ahorro doméstico que ya llevo usando más de tres años y que me parece súper útil, es muy sencillo de usar y para las que no os gusta el Excel es una opción genial. Yo cada lunes por la mañana me hago mi resumen semanal, a parte de apuntar cada día lo que gasto, por poco que sea (pan, una cerveza, la propina del Restaurante, la semanada de mi hija..) y como no llevo el Kakebo encima, lo anoto en Google Keep, que es una aplicación de Google que tengo instalada en mi móvil en la que tengo listas de todo y una de ellas es la de Gastos, así que esté donde esté lo anoto ahí y luego cuando llego a casa lo paso al Kakebo. Y súper importante, anota los ingresos y gastos por categorías, así a la hora de analizar los números te será mucho más sencillo y además te dará una información tremendamente útil.
REVISA TUS CUENTAS: De nada sirve anotar si después no analizamos los números. Es decir, cada final de mes te aconsejo que te pares a ver en qué te gastas el dinero. Como ya he comentado en el punto anterior, debes anotar tus gastos por categorías (formación, alimentación, ocio, cultura, ropa, etc.) haz una lista de las categorías que uses más frecuentemente y anota los gastos ahí, de esa manera verás en qué categoría se te va más el dinero y si puedes recortarla de alguna manera. También debes separar los gastos fijos de los variables, porque siempre los variables serán más fáciles de reducir que los fijos. Y en relación con los ingresos tienes que hacer lo mismo, es decir, si vendes distintos productos/servicios, tienes que separar esos ingresos por productos/servicios para poder analizar cuál es tu producto/servicio estrella, analizar si es rentable o no y de esa manera poder hacer o revisiones de precios o añadir o quitar productos o servicios.También obtendrás información sobre si puedes invertir, si te puedes permitir delegar en alguien, etc.
CREA UNA CUENTA DE AHORRO: Desgraciadamente nadie nos asegura que el día de mañana vayamos a tener una pensión, y como depende de la edad que tengas para hacerte un Plan de Jubilación (que muchas veces no son recomendables porque todo lo que te desgrava ahora luego lo vas a tener que pagar y porque si necesitas ese dinero no vas a poder disponer de él hasta que te jubiles) pues lo mejor es crearte una cuenta de ahorro, y para ahorrar lo mejor es pensar en el dinero que queremos ahorrar, ponernos un objetivo realista y cumplirlo. Yo por ejemplo estoy haciendo el reto que nos propuso Mar Olmedo a primeros de año en el cual cada semana debemos ahorrar en euros el importe del número de la semana en que estamos, es decir, en la semana 1 ahorramos 1€, en la semana 2 ahorramos 2€ y así hasta final de año, la verdad es que me parece una forma estupenda de ahorrar. También en casa ahorramos todas las monedas de 2€, las metemos en una hucha y gracias a ella ya hemos viajado y comprado varias cosas. También puedes proponerte que el 10% de cada factura que cobres va a ir a la cuenta de ahorro. Como ves, hay muchas maneras distintas y divertidas de ahorrar, solo es encontrar cuál es la que va más contigo.
HAZ PRESUPUESTOS: La mejor manera sin duda de controlar tus gastos es a través de presupuestos, yo los uso cuando viajo, cuando voy de compras, cuando quiero invertir en formación, etc. Me propongo unos presupuestos en función del dinero que tengo disponible y me amoldo a ese presupuesto. Es la única manera de no gastar sin control y tener claro que tus gastos van a estar a raya. Si eres como yo, un@ gastadora nata, si o si tienes que hacerte presupuestos, o al final se te va de las manos, pruébalo y después me cuentas.
CONTRATA A UN GESTOR: Sé que muchos somos como Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como, pero cuando se trata de tus finanzas y sobre todo de tu negocio, sin duda tienes que dejarlo en manos expertas. Yo soy licenciada en Administración y Dirección de empresas y desde el año 1998 he estado trabajado como contable, Jefa de Administración (de Grandes Empresas) y Directora Financiera, y lo primero que hice al hacerme autónoma fue contratar a Elisa Rodriguez, mi gestora, y no es porque yo no sepa llevar mis números, ¡Ni mucho menos! Es porque para mi, tener la tranquilidad de que alguien lo va a controlar y yo me voy a desentender casi de todo, y si tengo una inspección o cualquier consulta o duda la tengo a mano, eso lo vale oro. Si yo me hago mis cuentas estoy invirtiendo mi tiempo (y por tanto dejando de ganar dinero) en algo que, aunque sé hacer de sobras, no pertenece a lo que ahora me dedico y prefiero delegar. Y si tú no tienes casi ni conocimientos en materia fiscal, legal y laboral, para nada se te ocurra hacértelo tú o dejárselo a ese amigo o familiar que dice que algo entiende de esto. No juegues con tu tranquilidad y tu dinero, te lo digo como experta y por experiencia.
En definitiva, controlar nuestras finanzas es algo básico y demasiado importante como para no prestarle atención, y aunque ya sé que resulta pesado y tedioso ponerse con los números si no eres fan de ellos, piensa que la tranquilidad económica debe reinar en tu vida, si no estás tranquil@ con tus números no podrás estar tranquil@ en tu negocio, así que ponte ya manos a la obra y empieza a gestionarte financieramente.