Este artículo del blog que inicia una nueva temporada va a ser algo distinto.
En todos los artículos de blog anteriores te he hablado de estrategias, trucos y herramientas que puedes utilizar para gestionar tu negocio o proyecto, pero si de algo no te he hablado es de cómo gestionar un día de mierda siendo emprendedora.
Y es que déjame que te diga que vas a tener unos cuantos días así, malos, porque ese es el camino emprendedor.
Días de euforia y días de llanto, días de comernos el mundo y días en los que el mundo nos come a nosotras.
Y yo no soy ni coach ni psicóloga ni gestora emocional, soy una emprendedora como tú, que emprendió con un propósito, con un porqué y que sigue aquí contra viento y marea, aunque a veces las fuerzas fallan y dan ganas de dejarte llevar por la corriente.
Creo que una de las cosas principales que tenemos que tener cuando emprendemos es una red de apoyo, alguien que te entienda, que te escuche y no te juzgue.
Si lo tienes en casa mucho mejor, porque al final son los que te van a ver todos los días y de los que necesitas más apoyo.
Si en casa no tienes apoyo, ¡Mucho ánimo! Porque entonces si que eres una gran valiente.
Una cosa es que no te entiendan o que prefieran que hagas otra cosa, pero que te apoyen en tus decisiones. Otra cosa es que directamente te echen por tierra tu trabajo o te menosprecien, ahí quizá deberías buscar ayuda profesional porque eso va a resultar complicado.
Por otro lado, emprender es muy solitario y necesitamos hablar con personas que nos entiendan y que hablen nuestro mismo idioma: marketing, embudos de venta, lead magnet, etc. Porque en tu casa te pueden apoyar pero la mitad de las veces desconectan cuando hablas porque no te entienden.
Así que es necesario buscarte a alguien que hable tu mismo idioma, ya sea porque te apuntas a un curso, una formación, un programa o a una comunidad, un lugar dónde encuentres a personas afines a ti y con las que te sientas en casa. En mi caso yo encontré el Club Yo Emprendedora, siento que es mi hogar y me guardo mis ratitos para conectarme a las sesiones dónde me encuentro con mujeres maravillosas de las que aprendo mucho y con las que comparto alegrías y penas.
Después, también es muy importante hacer Networking y salir de la cueva, es decir, acudir a eventos presenciales dónde abrazarnos y tomarnos un café, la presencialidad es necesaria y aunque vivas en un pueblo tan pequeño como el mío, seguro que encuentras el lugar dónde poder encontrar a otras emprendedoras. Yo estoy en dos asociaciones empresariales y en varios grupos de whatsapp en los que hacemos encuentros. Además de que cada vez que voy a Barcelona intento quedar con las muchas mujeres emprendedoras que conozco que están allí, no hay nada mejor que un buen café y mejor compañía.
Otra de las cosas que me funcionan cuando tengo un mal día es escribir y releer cosas que ya escribí en su día.
Por ejemplo, escribir una carta a tu emprendimiento, escribir el porqué decidiste emprender, escribir sobre las personas que han valorado tu trabajo, o simplemente fluir y dejar salir todo lo que tienes guardado, pero escribir.
Si tu mal día se debe a que algo ha salido mal y te hace dudar de tu valía como profesional, recurre a los testimonios que tienes de personas a las que has ayudado, recuerda el bien que les hiciste y cómo tu trabajo les ha hecho vivir una transformación.
Si hay algo que tenemos en común casi todas las emprendedoras es el Síndrome del Impostor y el perfeccionismo, y no es malo, al contrario, es necesario para salir de nuestra zona de confort y ayudarnos a ser mejores profesionales. El problema es cuando ese Síndrome o ese perfeccionismo nos impide avanzar o seguir trabajando.
También es importante que te rodees de personas que te impulsen en todos los sentidos, no solo en el emprendimiento, porque también nos cansamos del monotema, intenta buscar hobbies, distracciones que te hagan desafiarte y vivir experiencias que te ayudarán a avanzar y vivir, que es de lo que se trata.
Y por supuesto cuídate: deporte, alimentación, lectura, skincare, paseos, etc.. cualquier actividad que sea solo para ti y para tu disfrute, busca la que más te guste y practícala cada día (seguro que hay algo que te encanta, en mi caso cantar y bailar a parte de pasear y escuchar podcast y audiolibros de crímenes…)
Los días de mierda estarán, a veces más seguidos y otras más espaciados, pero no podemos cambiar esos días, lo que sí podemos cambiar es la actitud con la que afrontamos el resto de días que no son así.
Esos malos días pasarán, vendrán días buenos y volverán los malos, así que simplemente ten en la recámara preparadas las herramientas que te ayudan a llevarlo lo mejor posible y piensa que mañana saldrá el sol.
Palabra de Project Manager Digital.