Es indudable que cuando tenemos una idea de negocio queremos que ésta sea lo más rentable posible, pero muchas veces no sabemos por dónde empezar.
Así que para poder hacer rentable esa idea de negocio debemos seguir algunas directrices y empezar por el principio.
Lo más importante son las bases del negocio, porque sin unos cimientos sólidos no podemos construir una gran casa, por lo que debemos empezar por aquí, y en referencia a esas bases debemos trabajar:
- El Porqué, aquí debemos definir qué nos impulsó a emprender, qué lo motivó, qué valores tenemos, cuál es la finalidad de nuestro proyecto, qué nos inspiró.
- A quién va dirigido, es decir, nuestro cliente ideal, ese cliente con el que te encanta trabajar, con el que eres feliz trabajando y desearías que todos fueran como él. Y si necesitas ayuda en este paso, tienes el artículo de mi blog: “Cómo describir correctamente a mi cliente ideal” que seguro que te sirve de ayuda.
- Qué vamos a vender, qué ofrecemos, cuál es nuestro nicho de mercado, nuestra especialidad, nuestra propuesta de valor, lo que nos va a diferenciar del resto de nuestra competencia.
- Cómo lo vamos a ofrecer, si va a ser en packs, en productos o servicios individuales, en programas grupales, un infoproducto, una colección, etc.
Ten en cuenta que las bases debemos ir revisándolas periódicamente (al igual que las métricas) porque tanto nosotras como nuestro proyecto va avanzando, por lo que lo más probable es que tu cliente ideal evolucione contigo y por tanto tengas que adaptar tus productos y servicios a ese nuevo cliente ideal.
Otra cosa que debes revisar periódicamente son las finanzas, porque un negocio no es un hobbie y si emprendimos fue para poder vivir de nuestra pasión, así que necesitamos ganar dinero, saber cuánto ganamos, si nuestros productos o servicios son rentables y si podemos mantenernos con ellos, por lo que debemos sí o sí sentarnos a ver y analizar nuestros números.
Por lo tanto debes calcular tu precio mínimo, ¿y cómo lo calculas? pues primero debes determinar qué gastos fijos y variables tienes.
Una vez lo tienes claro (el gasto total) debes pensar en el beneficio (o el margen) que queremos obtener y sumarlo (o multiplicarlo, si es un margen).
Si vas a poner tu precio por hora porque ofreces servicios, el proceso es similar: calcula todos tus gastos mensuales y después suma el dinero que quieres ganar mensualmente y lo divides por las horas que quieres trabajar al mes, así obtendrás tu precio por hora.
Para poder trabajar de manera más eficiente es necesario que utilices herramientas digitales que te ayudarán a mejorar tu negocio, ya sabes que en mi sección de recursos gratuitos tienes las 100 herramientas digitales que te ayudarán con tu negocio digital.
Las herramientas digitales nos facilitan la vida, nos ayudan a automatizar procesos, a cometer menos errores, a tener que estar menos pendiente de todo y a concentrar en una sola herramienta varias tareas.
Hay infinidad de herramientas y no hace falta conocerlas todas, pero debemos aprender a buscarlas, probarlas (siempre empezar por la versión gratuita y de prueba) y quedarnos con las que más utilizamos.
Finalmente debemos trabajar de manera productiva y eficiente, y aunque no es fácil, es la manera de reducir tiempos y hacer muchas más cosas al mismo tiempo, porque al final el día tiene 24 horas, así que intenta aprovecharlo al máximo.
Por eso te recomiendo estos dos métodos de planificación que yo utilizo y me funcionan genial: El método de bloques temporales y el método GTD, si quieres conocerlos más en detalle, tienes el artículo de mi blog: “Mejora tu organización con estos 2 métodos” en el que te los explico en detalle.
También es conveniente documentar procesos ya que de ese modo reducimos el riesgo de cometer errores, el resultado será exactamente el mismo haga quién haga el proceso, podremos eliminar procesos repetitivos, podremos automatizar y ganaremos tiempo a la hora de delegar. Piensa que si lo haces desde el principio, cuando llegue el momento de delegar (porque no tengas tiempo de hacerlo tú) ya lo tendrás hecho, y lo harás cuando tienes el tiempo para hacerlo, si esperas a estar desbordada será peor.
Como ves, estas nociones son básicas para hacer de tu idea un negocio rentable desde el principio y correr el menor riesgo posible.