Cuando trabajaba por cuenta ajena siempre pensaba en las vacaciones del año cuando pasaban las vacaciones de Navidad, la verdad es que ansiaba que llegaran esos días.
Desde que soy emprendedora la cosa ha cambiado mucho, ya no estoy pendiente de las vacaciones, de hecho no “hago vacaciones” como tal, desconectando durante 15 días o más.
Así que he tenido que encontrar una manera sostenible de trabajar y descansar, lo que se suele llamar ahora “workaciones”, combinar ambas cosas, tener tiempo para descansar y desconectar pero también de seguir adelante con mi trabajo.
Por lo que te voy a dar unos consejos para que puedas aplicarlo ya que a mi de momento me funciona muy bien:
- Emprendiste para ser dueña de tu tiempo, así que hazte dueña de él y organízate de manera que tengas tiempo para todo, es decir, puedes elegir tener libres los viernes o los lunes, o ambos, o solo trabajar hasta la hora de comer, o solo de tarde, o combinarlo..
- Intenta adelantar todo el trabajo que puedas antes de julio y agosto, piensa que con el buen tiempo tu concentración disminuye y no serás tan productiva, así que planifícate los 6 primeros meses del año para que julio y agosto puedas bajar el ritmo.
- Los meses de verano el número de clientes normalmente disminuye, por lo que deberás dedicarles menos tiempo, así que aprovecha esos huecos para desconectar y recargar pilas.
- No publiques tanto esos meses o deja de publicar. Yo cada 3 meses “paro” mis publicaciones en las redes sociales, en mi blog, el podcast y la newsletter, de esta manera no tengo que estar pendiente, puedo pararme a medir y analizar los 3 meses anteriores y planificar mi estrategia para los 3 siguientes, crear mi calendario de contenidos en función de los objetivos que me plantee y coger aire, que siempre viene bien, tanto a mi como a las personas que me leen, me escuchan y me siguen.
- Aprovecha el parón para darle un aire nuevo a tus servicios, a tu web, a tu feed, vuelve con aire fresco y renovado, verás como llamas más la atención de las personas que te siguen, y no tengas miedo a que se vayan durante el parón, las que se van es porque no tenían que estar, así que te hacen un favor.
- No te fustigues por no estar aprovechando el tiempo, esto es algo que solemos hacer mucho los emprendedores, si no estamos trabajando o pensando sobre nuestro negocio nos sentimos mal y culpables, así que no te digo que lo pares todo y no trabajes (si no eres capaz de hacerlo) pero sí que tengas momentos de desconexión total.
- La creatividad y las ideas nuevas surgen cuando estamos descansados y tenemos la mente abierta, así que si sigues en tu rueda de hámster volverás a tener las mismas ideas y seguirás con lo mismo, no dejarás espacio a que entren cosas nuevas.
- Ponte objetivos y tareas realistas durante los meses de verano, yo te recomiendo que esta planificación la hagas lo antes posible, porque de esta manera no te pillará el toro y podrás estar más relajada estos meses, aprovecha el verano que el invierno se hace muy largo.
- Intenta hacerte un calendario acorde con el tiempo y la energía que tienes y el lugar en el que estás, si estás de viaje y te toca trabajar (como hice yo el año pasado tal y como te cuento en mi artículo: “La vida de la nómada digital, viaja y trabaja” ) intenta crearte un horario en función a la realidad que estás viviendo, si pretendes seguir el mismo ritmo que estando en casa lo pasarás mal.
- Si te preocupan los ingresos (como a todas) piensa que aún tienes septiembre, octubre, noviembre y diciembre para remontar y que son meses buenísimos de ventas. Planifícate durante julio y agosto sobre las acciones que vas a hacer para esos meses y crea tu estrategia, aprovecha el tiempo pero de otra manera.
- Disfruta, porque solo tenemos un verano al año, así que pasártelo amargada, preocupada o angustiada no te ayudará con la recta final del año, en cambio si pasas estos meses relajada y disfrutando, volverás con una energía que se notará a tu vuelta.
Espero que te sirvan estos consejos y que afrontes el verano de la mejor manera posible, yo me pongo ahora mismo a ello, así que hasta mediados de septiembre me despido por aquí.
¡FELIZ VERANO!